Entendemos por trabajos verticales aquellas tareas que emplean cuerdas, cables, arnéses y otros dispositivos de seguridad por medio de los cuales el profesional puede estar suspendido en el aire.
Gracias a ellos se puede acceder a elementos naturales (árboles, paredes rocosas, pozos) y construcciones (edificios, fachadas, puentes), allí donde el montaje de andamios y otros sistemas estables resultan demasiado dificultosos, arriesgados o caros.
Los campos de aplicación más comunes en estas técnicas son:
- Acabado y mantenimiento de edificios nuevos y antiguos.
- Rehabilitación y mantenimiento de equipos industriales y monumentos.
- Líneas eléctricas aéreas
- Presas y centrales hidráulicas.
- Trabajos diversos en rocas y taludes.
- Obra civil y pública.
- Montajes en altura, sin y con elevador vertical.